Conectarse
El valle de las ánimas
Drarknillion :: Foro Principal :: Exteriores :: La cabaña :: Historias creadas
Página 1 de 1.
El valle de las ánimas
Cuenta la leyenda, que en las noches de primavera, la escuchan llorar y en ocasiones cantar. Una voz dulce y que durante cuatro lunas se repetía, sola, vagando por el valle.
Lisa, que solo contaba con 8 años, recién había perdido a su padre. Su madre, Mari, tras recibir la herencia de una modesta casita, se la llevó, sabía que tanto la pequeña como ella necesitaban un cambio de aires. Viajaron durante todo el día. La casita se encontraba en un pequeño pueblo situado en un espeso valle bajo las montañas. Al llegar, la niña corrió hacia la casita, gritándole a su madre que se diera prisa, Mari sonrió y corrió tras ella.
El lugar contaba con pocos habitantes, todos de edad muy avanzada, de una apariencia dura y seca, personas que vivían de la tierra y del ganado. Una de las ancianas dio la bienvenida entregando un pedazo de queso recién hecho y un cesto de frutas. Mari la invitó a pasar y tomando un café la anciana advirtió a la mujer que bajo ningún concepto debían salir fuera pasadas las 9:00 de la noche. Mari frunció el ceño y preguntó con curiosidad porque no se debía salir. La anciana le contó la leyenda sobre la niña de aspecto fantasmal que por el pueblo rondaba en esas noches, pero sobre todo le advirtió que cuidara de su hija.
Esa noche Mari apenas pego ojo por lo que la anciana le había contado, no dijo nada a su hija sobre el tema ya que pensó que solo eran leyendas de pueblo y que no había que darle importancia. De repente escuchó hablar a su hija y se acercó hasta su cuarto. La pequeña estaba asomada en la ventana y reía sin parar.
Lisa cariño…con quien hablas?
Con mi amiga Emily mamá, dice que se siente sola y quiere que salga para poder jugar.
(Mari se asomó a la ventana, pero no vio a nadie, solo una neblina que cubría el valle).
Lisa ahí fuera no hay nadie, anda metete en la cama que ya es muy tarde.
La niña se acostó y su mamá la arropó, se quedó con ella hasta que la pequeña se durmió. Cuando se dirigía a su cuarto tras tomar un vaso de agua, escucho de nuevo la voz de su hija, pero cuando entro en su cuarto vio la ventana abierta y la niña no estaba. Escucho una dulce canción fuera de la casita y salió corriendo llamando a gritos a su hija, pero esta no le contestó, a lo lejos diviso una silueta y corrió tras ella mientras la llamaba desesperadamente, pero de repente la silueta se desvaneció en el aire.
Ya había amanecido y Mari aun seguía buscándola sin dar con ella, tocó en las demás casas, pero nadie la había visto y no se atrevían a hablar del tema. Los hombres del lugar la buscaron por todas partes mientras que Mari tirada sobre sus rodillas lloraba sin parar, la anciana trataba de consolarla, pero poco pudo lograr con sus palabras de ánimo. Al cabo de dos horas uno de los hombres traía a la pequeña Lisa en sus brazos, estaba completamente mojada, la cara del hombre hizo ver a su madre que ya no había nada que hacer, pues su cuerpito inerte, lo habían encontrado en el río. Mari ya no volvió a ser la misma. Tras el entierro se fue y nadie nunca más supo de ella.
Pasadas varias noches, los aldeanos no se creían lo que veían, dos niñas cogidas de la mano, paseando por el valle,desvaneciéndose con la niebla, ya nunca más estaría sola, se había apoderado de ella.
Lisa, que solo contaba con 8 años, recién había perdido a su padre. Su madre, Mari, tras recibir la herencia de una modesta casita, se la llevó, sabía que tanto la pequeña como ella necesitaban un cambio de aires. Viajaron durante todo el día. La casita se encontraba en un pequeño pueblo situado en un espeso valle bajo las montañas. Al llegar, la niña corrió hacia la casita, gritándole a su madre que se diera prisa, Mari sonrió y corrió tras ella.
El lugar contaba con pocos habitantes, todos de edad muy avanzada, de una apariencia dura y seca, personas que vivían de la tierra y del ganado. Una de las ancianas dio la bienvenida entregando un pedazo de queso recién hecho y un cesto de frutas. Mari la invitó a pasar y tomando un café la anciana advirtió a la mujer que bajo ningún concepto debían salir fuera pasadas las 9:00 de la noche. Mari frunció el ceño y preguntó con curiosidad porque no se debía salir. La anciana le contó la leyenda sobre la niña de aspecto fantasmal que por el pueblo rondaba en esas noches, pero sobre todo le advirtió que cuidara de su hija.
Esa noche Mari apenas pego ojo por lo que la anciana le había contado, no dijo nada a su hija sobre el tema ya que pensó que solo eran leyendas de pueblo y que no había que darle importancia. De repente escuchó hablar a su hija y se acercó hasta su cuarto. La pequeña estaba asomada en la ventana y reía sin parar.
Lisa cariño…con quien hablas?
Con mi amiga Emily mamá, dice que se siente sola y quiere que salga para poder jugar.
(Mari se asomó a la ventana, pero no vio a nadie, solo una neblina que cubría el valle).
Lisa ahí fuera no hay nadie, anda metete en la cama que ya es muy tarde.
La niña se acostó y su mamá la arropó, se quedó con ella hasta que la pequeña se durmió. Cuando se dirigía a su cuarto tras tomar un vaso de agua, escucho de nuevo la voz de su hija, pero cuando entro en su cuarto vio la ventana abierta y la niña no estaba. Escucho una dulce canción fuera de la casita y salió corriendo llamando a gritos a su hija, pero esta no le contestó, a lo lejos diviso una silueta y corrió tras ella mientras la llamaba desesperadamente, pero de repente la silueta se desvaneció en el aire.
Ya había amanecido y Mari aun seguía buscándola sin dar con ella, tocó en las demás casas, pero nadie la había visto y no se atrevían a hablar del tema. Los hombres del lugar la buscaron por todas partes mientras que Mari tirada sobre sus rodillas lloraba sin parar, la anciana trataba de consolarla, pero poco pudo lograr con sus palabras de ánimo. Al cabo de dos horas uno de los hombres traía a la pequeña Lisa en sus brazos, estaba completamente mojada, la cara del hombre hizo ver a su madre que ya no había nada que hacer, pues su cuerpito inerte, lo habían encontrado en el río. Mari ya no volvió a ser la misma. Tras el entierro se fue y nadie nunca más supo de ella.
Pasadas varias noches, los aldeanos no se creían lo que veían, dos niñas cogidas de la mano, paseando por el valle,desvaneciéndose con la niebla, ya nunca más estaría sola, se había apoderado de ella.
Drarknillion :: Foro Principal :: Exteriores :: La cabaña :: Historias creadas
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.