LOS MUERTOS QUE… ¡VIENEN A DESPEDIRSE!

por **Mysterio** Miér Abr 27, 2016 2:13 pm

LOS MUERTOS QUE… ¡VIENEN A DESPEDIRSE!

Los trances satánicos supuestamente atraen espíritus de gente muerta que se posesiona de cuerpos vivos de otras personas.

¿Sabe usted cuándo va a morir? Quizás un sueño se lo pueda decir.

Según las tradiciones y mitologías mexicanas, que están muy diseminadas en nuestra provincia y que se originan desde antes de la Colonia, nadie puede morir contento y a gusto sin antes darle una “visitadita” al ser querido más responsable para despedirse de él, además de encargar a su cuidado al resto de su familia.
Por lo general usan la vía del sueño para hablar con las personas, ya que así la impresión no es muy fuerte. Ha habido casos que se han materializado y dejado ver por personas. Estas visitas en sueños (o materializadas), son, por decirlo así, en forma de “fantasmas o espíritus”, y ocurren unos momentos antes de morir la persona, en su muerte o momentos después.
Bárbara Reyes, mujer que “murió” clínicamente en un hospital de Cuernavaca, Morelos, a los diez minutos revivió, y la ciencia médica considera su caso como un “milagro”, declaró: “A pesar de los electroshocks que los médicos me daban, me rodeaban las tinieblas. Lo primero que se me ocurrió pensar fue: ¿y ahora? En eso recordé a mi esposo, a mis tres niños y a mis padres, y una angustia enorme me invadió.
“Sabía conscientemente que ya estaba muerta. Lo único que quería era ver a mi esposo para hablar con él; decirle que nunca desamparara a mis hijos y a mis padres, y que a pesar de haberme adelantado en el «viaje», lo quería y lo estaría esperando en el Más Allá.
“Mas en eso escuché una dulce voz que me dijo: «Vas a volver a tu cuerpo; todavía no ha llegado tu hora». Momentos después desperté, ante la mirada atónita de los médicos…”
Este relato nos demuestra que, cuando una persona muere, puede sentir gran angustia y una urgente necesidad de hablar con alguien del “mundo de los vivos”.

EL MUERTO QUE VINO A DESPEDIRSE
Este es un caso real. El personaje que “regresó para despedirse”, fue el ex boxeador Jesús “El Canelo” Medel. Carlos, su mejor amigo, nos relató esta historia:
“Cuando conocía al «Canelo», él era ya un teporocho (Un paria alcohólico); fue en 1989, y lo conocían en Santa María la Ribera como «El Blackaman». Yo le invitaba las cervezas y pronto hicimos una amistad grande y sincera.

UN GRAN BOXEADOR
“Me platicó que por los malos amigos y las mujeres cayó en el alcoholismo. Él había sido un gran boxeador, e incluso peleó contra «El Púas», Rubén Olivares”.
“Ahora, solo y olvidado, vagando como un teporocho pedía dinero para comer y para alcohol. Al principio yo le invitaba los tragos, pero luego le daba consejos y alimento. No puede hacer nada. El vicio lo tenía dominado.
“Un día, él me dijo que yo era su único y mejor amigo, y que al otro día me regalaría sus guantes, su cinturón y su trofeo que ganó como boxeador, ya que era la «herencia» que me dejaría porque presentía que se iba a morir.
“Yo le dije que no pensara en la muerte, que con eso no se jugaba. Él estaba en su juicio y me juró que le quedaba poco tiempo, ya que la cirrosis lo estaba matando”.

SE LE PRESENTÓ
“Por la noche me acosté a dormir. Lo soñé en su juicio y con traje elegante. Estábamos en la calle y, cuando lo iba a saludar efusivamente, él se llevó un dedo a los labios y dijo: «No hables fuerte; sólo vine a despedirme de ti».
“Cuando me dio la mano, la sentí tan fría que me entró mucho miedo. Desperté sudando copiosamente y llorando. El corazón me latía fuertemente. Elevé una plegaria al cielo por él.
“Al día siguiente, al pasar por la calle en donde lo veía a diario, unos amigos me avisaron que Jesús «El Blackaman», había muerto a las tres de la mañana… ¡a la hora que había despertado la noche anterior, bañado en sudor y lágrimas! Al oír esto, agaché la cabeza y me puse a llorar…”