EN SRI LANKA, LA GENTE ADORA… ¡UN DIENTE DEL BUDA!

por **Mysterio** Miér Abr 27, 2016 2:56 pm

¡INCREÍBLE, PERO CIERTO!
EN SRI LANKA, LA GENTE ADORA… ¡UN DIENTE DEL BUDA!

En la ciudad de Kandy, en Sri Lanka, desde hace más de veinticinco siglos, se custodia y se venera una reliquia muy valiosa para el Budismo mundial.
Hablamos de nada menos que un diente del Buda. Es el canino izquierdo y se encuentra en el llamado “Templo del Diente” o “Dalada Maligawa”.
No se sabe si es un diente de leche, o si se lo sacaron ya grande estando vivo, o de su cuerpo ya sin vida.
Cuenta la leyenda que, en el siglo IV antes de Cristo, el diente fue trasladado desde la India hasta Ceilán.
Durante siglos, los antiguos reyes de Ceilán, (Que ahora se llama Sri Lanka desde el año de 1972), cuidaron de la reliquia, haciendo un templo en el lugar donde ésta estuviera.
Como el diente fue llevado a varias partes del país, dejó regados muchos templos.
Desde hace más de cuatro siglos el canino se quedó en forma definitiva en la ciudad de Kandy.
El actual Templo del Diente fue terminado en el siglo XVIII, y es considerado un centro cultural del país.
Los colonizadores británicos fueron conquistando todos los reinos de ése país y el último en caer fue Kandy, en 1815, y la gente adjudica ésta resistencia “al poder de la pieza dental que consideran sagrada”.
Los ingleses se admiraron del gran valor que la gente le tenía a la reliquia, que se comprometieron a respetarla.
Por lo que los ritos religiosos continuaron bajo los tres custodios del diente: Los sacerdotes, los guardias y el responsable principal.
Las festividades continuaron hasta la actualidad, que Sri Lanka ya es una nación libre.
Los habitantes de Kandy y de todo el resto del país, consideran al diente de Buda como su máximo protector y que es una “filosofía de la paz”.
La fe en la protección que les otorga el canino, se vio engrandecida en el año de 1998, cuando el temible grupo guerrillero “Tigres Tamiles” bombardeó el templo, pero el sitio donde estaba la reliquia, no le pasó nada.
Cada año se celebra en la localidad, una festividad que se llama “Esala Perahara”, y que dura diez días, entre Julio y Agosto.
En el evento hay elefantes, bailarines, música, fuego, y una gran devoción hacia el Buda.
El gran desfile nocturno de elefantes es majestuoso. Llevan ricos ropajes, joyas y focos que los alumbran.
El paquidermo más grande tiene el honor de llevar en sus lomos el nicho de oro que contiene la reliquia, la cual sale del templo para pasearse por toda la ciudad.
No puede faltar la música de los tambores.
Los turistas pueden entrar. El requisito es que deben de andar descalzos y que tienen qué guardar el orden.
Hay custodios muy alertas, y los visitantes no pueden ver el diente, sino el cofre cerrado de oro que lo guarda.
El cofre es custodiado por dos sacerdotes y protegido por un cristal antibalas. Muchos fieles llevan sus ofrendas de flores y todo debe de estar en silencio.
Ahí, se consagran niños al servicio del supuesto dios. Mucho del decorado del lugar, es nuevo, debido a que en 1998 casi todo fue destruido.
Quedan todavía vestigios de pinturas y esculturas de un inestimable valor cultural y artístico.
Un Buda gigante vigila Kandy, como mudo testigo de ése gran esplendor que conservan aún en sus corazones…