¡UNA PSÍQUICA CONTACTA A LOS HIJOS FALLECIDOS HABLANDO CON LA MUERTE!

por **Mysterio** Miér Abr 27, 2016 4:01 pm

¡UNA PSIQUICA CONTACTA A LOS HIJOS FALLECIDOS!
¡HABLANDO CON LA MUERTE!

¿Pueden los médium realmente contactar a la muerte?...
Antes de que usted responda a ésta pregunta, les éstas dos insólitas historias que nos narran las peripecias de angustiados padres que hablaron con sus hijas fallecidas.
El primer caso trata de Beverly Poliszewki, de treinta y seis años de edad y de su esposo Jan, de cuarenta y tres años.
Ambos estaban destrozados cuando su hija Lara, de siete años de edad, murió sorpresivamente de un fulminante ataque al corazón.
Tuvieron varios sueños en los que vieron a la chiquilla que se les acercaba pidiéndoles que hablaran con ella.
Entonces fueron con la psíquica Rita Rogers, que inició una sesión muy especial en la que se puso en trance y de su boca salió una voz similar a la de la fallecida que dijo: “Quiero hablar con mi mami”.
Todo esto ocurrió en el poblado de Hampton, Inglaterra.
La pequeña siguió hablando en la boca de la mujer: “No te preocupes, mami, me encuentro muy bien”.
La entidad que hablaba dijo tantas cosas que solamente el matrimonio conocía, que al final estaban muy seguros que se trataba de Lara.
El mensaje que la niña dijo fue que ella estaba bien, que se encontraba en un lugar muy bonito y que pronto todos estarían reunidos ahí.
Igualmente comentó que al momento de morir, vio un rayo de luz que bajó a ella en zig zag, como un rayo muy luminoso, y que se sintió arrastrada por un remolino que la llevó hasta donde ahora se encontraba.
Por último, les dijo que dejaran de sentirse tristes, ya que se encontraba rodeada de luz, de niños y de cosas hermosas. Que no quería que se quedaran con un gran pesar y que se resignaran.
Les dijo que en una cajita que tenía en su cómoda les dejaba su herencia para ellos. Cuando regresaron a casa, encontraron en dicha caja, un montón de pétalos de flores y un papelito que decía que eran “para papá y para mamá”…
El segundo caso habla de Richard Smith, de cincuenta y dos años de edad y de su esposa Pat, de cuarenta y ocho años.
Ellos viven en Los Ángeles, California. Perdieron a su hija Nikki, de veintisiete años de edad. Al igual que Lara, falleció del corazón de manera repentina y fulminante.
Richard y Pat también tuvieron repetidos sueños en los que veían a Nikki que trataba de hablar con ellos, pero que una barrera invisible se lo impedía.
Preocupados por esos sueños, supieron que una psíquica de Inglaterra llamada Jane Hamilton estaba de visita en ésta ciudad, para dar una serie de conferencias.
Contactaron con ella y muy pronto la recibieron en su casa. Después de comer, pasaron a la sala para tomar el café y estando ya sentados, ésta mujer se puso en trance, como lo hizo Rita en el primer caso, y una voz distinta a la de ella, salió de su boca.
La voz era de Nikki. Ella dijo: “Papá, mamá, por favor ya no se angustien por mí. Yo estoy bien. Ustedes me preocupan porque hay varias cosas que quiero dejar arregladas para su bien.
“Vayan mañana al Banco Central. En mi cofrecito personal que tengo en mi clóset, hay una agenda donde tengo un número de clave en la última página.
“Con una identificación y dando ese número, les darán unos papeles que amparan una casa, un coche y una buena cantidad de dinero que había estado guardando para dárselos en su aniversario dentro de medio año.
“Pero Dios quiso que me fuera antes con Él. Lleven el acta de defunción para que les entreguen todas estas cosas”.
Gracias a ésta previsión “de ultratumba”, la pareja recibió lo que Nikki les había preparado. Así, dejaron de pagar renta y con el dinero que también les dejó, pusieron una modesta tiendita con la que pudieron vivir decorosamente…