¿ES POSIBLE COMUNICARSE CON LOS MUERTOS?

por **Mysterio** Miér Abr 27, 2016 7:46 pm

¿ES POSIBLE COMUNICARSE CON LOS MUERTOS?

La mediumnidad se define como la capacidad de un ser encarnado para comunicarse con un ser desencarnado.
Se dice que todos tenemos esta capacidad, pero que hay algunas personas que son mas sensibles por lo que perciben mejor las vibraciones de un espíritu.
Hay dos tipos de mediumnidad:
- La psicofónica o psicoparlante: El espíritu que contacta el médium toma control de su boca y de su cerebro. Puede estar consciente o inconsciente, hasta recordar o no lo que se dijo.
- La psicográfica: El médium siente una leve voz que le habla y comienza a escribir todo lo que el espíritu dice o también puede suceder que la persona caiga en una especie de trance y la mano comience a moverse sobre el papel escribiendo el mensaje que ha de ser dado.

Comunicarse con el “más allá” siempre ha sido un anhelo que se encuentra presente en el corazón de muchas personas que desean poder hablar con sus familiares o con sus amigos fallecidos.
El mundo de los muertos es un lugar misterioso, atrayente para muchos y del cual existen testimonios tanto positivos como negativos.
¿Será posible que los que ya fallecieron puedan regresar al mundo a comunicarse con los vivos?
Se dice que los espíritus utilizan a un ser vivo como medio o médium para poder comunicarse con los demás.
El problema es que dichos espíritus pueden ser buenos o malos. En otras palabras, pueden ser unos demonios como los que son atraídos por la Ouija y que se hacen pasar como los familiares o los amigos muertos.
Tratar de jugar con la Ouija atrae a todo tipo de espíritus inmundos. Puede traer como consecuencia que algunas personas puedan caer en desequilibrios mentales, e incluso les puede costar la muerte.
Nancy empezó a jugar la Ouija con sus amigos una noche que estuvieron solos en su casa, y aunque oyeron algunos ruidos y sintieron mucho miedo, le echaron la culpa a la sugestión y a los ruidos que son naturales en una casa.
Al día siguiente, siguió jugando sola, y lo hizo durante varios días seguidos.
Pronto, se le hizo un hábito el consultar con la tabla Ouija. Empezó a comunicarse con algunos espíritus y contaba a sus amigos que tenía un amigo que solo ella podía ver.
El caso es que una mañana amaneció muerta en su cama, con un frasco de barbitúricos en una mano y en la otra la clásica notita de ‘No se culpe a nadie de mi muerte’, y en una de las líneas, decía que ‘él’, su amigo invisible de la Ouija la había obligado.
Pero también los muertos pueden despedirse de uno ya sea durante el día o en un sueño.
En el caso de Salvador Yáñez, una mañana se encontró a su hermana Gloria, la que creía enferma, cuando él viajaba hacia su trabajo.
La vio de lejos, ya que él iba en un camión y ella caminaba en la acera. En un ‘alto’ se vieron y él le dijo que parecía que ella ya estaba bien porque ya andaba en la calle.
Gloria le sonrió y le contestó que solo quería despedirse de él.
Le miró tiernamente y agitó su mano. De pronto el camión avanzó y ya no le vio más. Le hablaron al trabajo para decirle que su hermana había fallecido en su cama unas horas antes.
El caso de soñar con el difunto que se despide, es más común de lo que se cree, y casi cada familia tiene un caso o dos de éste tipo.
Manuel soñó que su tío José, quien era borracho y andaba en la calle buscando pleito, se le acercaba sobrio, bañado y vestido con un traje.
Le dijo que qué estaba haciendo en la calle en vez de estar al frente de su taller de calzado, pero el tío le respondió que solo había venido a despedirse de él.
Cuando lo abrazó, sintió una descarga eléctrica y despertó llorando. A los pocos minutos le hablaron por teléfono para decirle que su tío había fallecido de una congestión cerebral causado por el alcohol.
No podía faltar el caso más común de todos…
Cuando inexplicablemente espantan en la casa, en la escuela, el la calle o el trabajo y al poco tiempo sabemos que cierta persona ha marchado de éste mundo.
Esto le pasó a Felipe, de 17 años de edad, quien una noche bajó por comida a la cocina y al subir a su cuarto se sentó en su cama para comer.
De pronto, un cuadro se cayó del buró, pero no se espantó porque creyó que al sentarse, movió la cama de tal manera que el buró se tambaleó y tiró el cuadro.
Ya eran las dos de la mañana más o menos. Se sentó ante su computadora y siguió estudiando ya que tenía un examen muy importante al otro día.
Rato después, notó que el cable de su PC se estaba moviendo y de pronto, como si alguien le hubiera dado un tirón, el enchufe de desconectó del contacto de la luz.
Pensó que estaba mal enchufado, por lo que volvió a conectarlo. Una vez reiniciada la página, el cable se volvió a mover y el aparato se desconectó de nuevo.
Ya nervioso, volvió a conectarlo, y estando la pantalla apagada, alcanzó a ver con el rabillo del ojo una cara que se reflejaba claramente en el monitor.
Volteó muy espantado, pero no se veía nada en el vidrio de la pantalla.
Decidió acostarse a dormir, pero lo hizo con las luces encendidas. Como a las cuatro de la mañana oyó un ruido en la calle, y pensando en los gatos que luego venían a pelearse ante su ventana, se asomó para espantarlos.
En eso, le soplaron en su nuca y le apagaron la luz. Solo pudo reaccionar metiéndose a su cama y tapándose la cabeza con la cobija.
Así lo sorprendió el nuevo día, cuando su madre llegó para despertarlo y para decirle que su abuela Luisa había muerto unas horas antes…