¡LA NIÑA ROSALÍA LOMBARDO SE CONSERVA TOTALMENTE INCORRUPTA!

por **Mysterio** Vie Abr 29, 2016 5:18 pm

¡LAS CATACUMBAS DE LOS CAPUCHINOS Y DE LA NIÑA ROSALÍA LOMBARDO QUE SE CONSERVA TOTALMENTE INCORRUPTA!

Las catacumbas de los Capuchinos en Palermo, Sicilia, en Italia, albergan uno de los museos más escalofriantes y singulares del mundo.
Datan de 1599 cuando se enterró a un monje llamado Silvestro de Gubio.
Ahí, los monjes descubrieron las especiales condiciones climáticas que reunían las catacumbas y que eran capaces de conservar los cuerpos que se depositaran en sus recintos.
Poco a poco esto fue convirtiéndose en toda una tradición local, al punto de que muchos dejaban instrucciones en su testamento respecto a las ropas que lucirían después de muertos e incluso las que deberían ponerle pasado un tiempo.
Así se fueron reuniendo aproximadamente un total de 8,000 cadáveres que se exponen como si de una galería de la muerte se tratara. Muchos fueron embalsamados con diversos métodos.
Están expuestos en hileras y clasificados en: Hombres, Mujeres, Niños, Vírgenes, Monjes y hasta Profesionales.
En el pasillo de los profesionales podemos encontrar jueces, profesores, militares algunos incluso enterrados con sus ropas militares estilo napoleónico.
Muchos cuerpos han sufrido deformaciones por el paso del tiempo o han perdido algunos miembros.
Destaca por el estado de conservación el cuerpo de la pequeña Rosalía Lombardo una niña de 2 años que parece más bien dormida.
El cuerpo fue momificado en 1920 por el doctor Solafia, mediante inyección de compuestos químicos pero hasta el día de hoy se desconoce la fórmula, pues se llevó su secreto a la tumba.
Rosalía fue uno de los últimos cuerpos que se depositaron en las catacumbas de Palermo, las que actualmente se pueden visitar todos los días.
En Palermo, hasta el siglo XVII, siguieron la costumbre de los franciscanos del macabro culto a los muertos teniendo sepulturas exclusivas para los religiosos, no aceptando que fueran enterrados los particulares.
Esta idea cambió a principios del siglo XVII debido al traslado de los conventos a la periferia de la ciudad donde tenían que construir muchas capillas a expensas de algún benefactor que a veces les cedía todo un edificio con la condición de que a su muerte fueran enterrados en ellos, con todo el derecho de sepultura.
Por un Decreto del Vaticano expedido en 1637, se concedió permiso a los capuchinos para enterrar en sus cementerios a extraños de la Orden.
Así se cumplía el deseo de los fieles de reposar cerca de las reliquias de los santos y en la Iglesia pensando que así estarían también más cerca de la oración y en lugar santo.
Las actuales catacumbas, que han dado fama a la Iglesia y Convento de Capuchinos de Palermo, son del año 1599, cuando los frailes comenzaron a excavarlas y ampliarlas bajo el altar mayor.
La gran sorpresa para los padres capuchinos fue que al retirar los restos óseos de los enterrados para llevarlos a las nuevas sepulturas de la catacumba, se encontraron conque los cuerpos de 40 de ellos, se conservaban con la carne incorrupta y momificada, como si tuvieran poco tiempo de haber muerto.
El estado de conservación de los cadáveres es impresionante. El método más común utilizado fue el de deshidratar los cuerpos dejándolos a lo largo de los pasillos en pequeñas celdas llamadas Coladores.
Los cuerpos eran secados en las celdas durante ocho meses, hasta que eran sacados y lavados con vinagre antes de ser expuestos.
En 1966 se colocaron barreras de protección para evitar que los visitantes de las catacumbas tocaran los cuerpos, ya que algunos habían sido de alguna forma deteriorados por la curiosidad de la gente.
Estas catacumbas aun en día pueden ser visitadas y sin duda son uno de los lugares más escalofriantes que se pueden encontrar pues la mayoría de las veces las momias se encuentran al alcance de la mano y la muerte se puede sentir en el ambiente...