La Fábrica Textil

por Sr Barbosa Lun Ago 29, 2016 8:07 pm

Trata de una fábrica ubicada en México, que funcionaba alrededor del año 1840. Hoy en día se han llegado a fotografiar siluetas misteriosas en sus alrededores, sombras por las noches y gritos de sufrimiento.

Los lamentos de miles de almas en pena son escuchados a diario por las personas que circulan en sus alrededores y las presencias fantasmales asomándose por las ventanas de la vieja fábrica, tras los vidrios rotos no son nada inusuales...

No se sabe con certeza las intenciones de esas presencias del más allá, si son espíritus malignos o si son almas que después de la muerte no han podido abandonar el mundo de los vivos y ahora quieren transmitir un mensaje, lo cierto es que sea el caso que sea han asustado a muchas personas. Como es el caso de dos niños que se quisieron infiltrar en la fábrica para comprobar si era cierto que estaba embrujada.

Lograron trepar por encima del muro que rodea el edificio y se colaron por una ventana rota y se dispusieron a recorrer el lugar con sus linternas, pero la curiosidad no les duró mucho ya que la silueta de un hombre mayor que se acercaba a gran velocidad a ellos los hizo huir espantados y jamás intentar volver.

Quienes saben dicen que esta vieja fábrica fue alguna vez una fábrica textil y que por alli pasó un gran número de trabajadores, todos ellos sufrieron grandes penurias. Trabajaban en condiciones infrahumanas durante largas jornadas de trabajo, pasando hambre y a merced de enfermedades debidas a la mala higiene del lugar.

Muchos de ellos perdieron la vida ahí mismo, los accidentes durante las jornadas laborales eran múltiples. Este lugar cobró la vida de muchas personas y torturó las almas de otras cuantas. Por eso sea quizás que esas almas tan maltratadas aún no han querido dejar este mundo y aquí se quedan para dejar el mensaje de lo mal que vivieron.

Como gran cantidad de fantasmas están aquí para transmitir un mensaje. Para hablar sobre las injusticias que sobrellevaron pero su sola presencia perturba a los transeúntes y aún más a aquellos osados que duden de su existencia y quieran ir a comprobarlo.