El Mendigo del Tunel

En toda gran cuidad el tránsito es un problema, son muchas las soluciones que las autoridades locales proponen para solventarlo: prohibir o limitar la circulación en algunos casos más extremos, o invertir dinero del estado en obras públicas como puentes o túneles para permitir que un mayor flujo de vehículos pueda circular. Claro que esto último resulta ser muy costoso y requiere mucho tiempo de trabajo.

Cuenta la leyenda que en el túnel más importante de esta ciudad, el cual une las dos principales avenidas, existe una historia macabra detrás. Una narración urbana que circuló oralmente durante un extenso período de años, transitando de boca en boca, posándose de oído en oído como parte de la tradición oral. Cuenta que poco después que dicho túnel fuera estrenado, por la noche un mendigo en estado de ebriedad que daba un vistazo a la nueva obra desde arriba- cayó al suelo tras perder el equilibrio. Desorientado, el hombre decidió introducirse en la boca de la novísima construcción. Lo hizo con tanta mala suerte que tomó la senda contraria, siendo atropellado por un camión y perdiendo la vida inmediatamente.

Desde entonces, cuentan que la silueta del mendigo puede entreverse en ocasiones en medio del paisaje cuando se transita a altas velocidades. La figura desaparece momentos antes de repetir el impacto que sufriera en vida, como si intentara una y otra vez salir del túnel que lo llevó a la muerte. El relato tenía un agregado que no era menor, y que era repetido con frecuencia por madres crédulas y preocupadas: nadie que osara aventurarse a pie por un extremo del túnel lograba encontrar la vía de salida, ya que el mendigo atraía inevitablemente a los caminantes a su mismo destino fatal.

Esta historia es parte del relato oral de mi ciudad y por eso la quise compartir aquí, pero podría ser de cualquier otra, podría ser la tuya. Eso sí, mucho cuidado al cruzar la calle, es lo que nos advierten estas personas que vuelven de la muerte como fantasmas a tratar de no cometer devuelta los mismos errores.