Cho Pombé (‘Don Pombero’)

En uno de mis recientes viajes al interior de Argentina me encontré con una leyenda urbana muy característica de esas áreas rurales, como tantas otras leyendas hay quienes son escépticos a la misma y quienes afirman fervientemente su veracidad. En este caso el relato tiene en el centro a un ser misterioso similar al famosos "Chupa Cabras" que como su nombre lo indica se dice que ataca a estos animales, absorbiendo su interior y dejando únicamente su piel. En este caso esta misteriosa entidad parece ser cierto tipo de chupa cabras adaptado al contexto local, lo llaman Pombero.

Este es una especie de duende o espíritu de la cultura guaraní que se encuentra presente en las zonas rurales del área comprendida entre Paraguay, Sur de Bolivia, Nordeste de Argentina, Sur de Brasil y Norte de Uruguay.

Su nombre proviene del guaraní Cho Pombé que se castellanizó como Don Pombero (aunque también se lo llama "El Pomberito"), otro de los nombres que toma es Pyrague que significa "pies peludos". Se cree que también el origen de su nombre  podría estar relacionado al término «Pombeiro» que en el Sur de Brasil se usa para referirse al que espía dado a su actitud de acecho. Este termino se asocia con la expresión guaraní «Po mberu» (‘Mano de mosca’), que puede aludir a lo silencioso e imperceptible de este ser.







Tiene un aspecto de un humanoide, de baja estatura, rostro arrugado y con mucho vello. Es de tez negra, pelo negro, y sus pies están cubiertos de vello. Su presencia se asocia con un distante silbido, especialmente en entornos rurales ​, y su capacidad metamórfica le permite observar discretamente la conducta humana.  Generalmente, la gente del campo le pide favores tales como hacer crecer los cultivos en abundancia, cuidar de los animales de corral, etc. Pero después de pedirle un favor no deben olvidarse jamás de hacer la misma ofrenda todas las noches durante 30 días, porque si lo olvidan, despertarán su furia haciendo innumerables maldades en aquel hogar.

Algunas veces es el responsable de provocar extraños accidentes dentro de las casas, como por ejemplo que se cierren solas las puertas, o caigan utensilios de la cocina misteriosamente. Los que están enemistados con él, en las noches, suelen escuchar pasos y voces en los alrededores de la casa.