¡EL SUBMARINO MALDITO U-65, Y SU TRIPULACIÓN FANTASMA!

por **Mysterio** Miér Abr 27, 2016 5:15 pm

UN CASO VERIDICO Y COMPROBADO POR LA CIENCIA…
¡EL SUBMARINO MALDITO U-65, Y SU TRIPULACION FANTASMA!

El U-65 era un gran submarino alemán de la Primera Guerra Mundial, cuya extraña e insólita historia se inició antes de abandonar los astilleros de Brujas, Bélgica.
Una viga destinada a la eslora de la cubierta, cayó sin explicación alguna y mató a un obrero, convirtiéndose éste en la primera víctima de una cadena de extrañas muertes que empezaron a ocurrir a bordo.
Durante las pruebas efectuadas antes de zarpar, tres tripulantes murieron asfixiados al llenarse de gases la sala de máquinas. Una manguera se reventó y nadie pudo dar una explicación satisfactoria.
Quince días después, y una vez que fue reparado éste desperfecto, por fin el capitán ordenó la primera inmersión del UB-65.
El mar estaba en calma y había una brisa suave.
Antes de sumergirse, el capitán ordenó a un marinero ir a proa a realizar una inspección rutinaria en la parte de las escotillas, pero en vez de efectuarla, inexplicablemente saltó por la borda, siendo atrapado por el fuerte remolino del submarino.
Una vez iniciada la inmersión, el capitán ordenó que se estabilizara la nave a los diez metros de profundidad, pero inexplicablemente continuó descendiendo hasta chocar con el fondo del mar, quedando inmóvil.
Cerca de doce horas permaneció en esta situación en el fondo del mar, y empezó a filtrarse el agua.
Nuevamente comenzó a llenarse de gases, pero en ese momento, tan extrañamente como se había hundido, se movió y ascendió a la superficie.
Luego de todos estos extraños sucesos, fue enviado a los astilleros para ser revisado. Pronto fue declarado apto para el servicio, siendo aprovisionado y equipado.
Cuando se efectuaba esta maniobra, la cabeza de uno de los torpedos estalló matando al segundo teniente y ocho marineros.
Fue remolcado al dique pero en esos momentos un marinero aseguró haber visto al segundo teniente, muerto en la explosión, de pie en la proa, con los brazos cruzados.
Al ser reparado, y antes de iniciar la navegación, otro marinero que deserto aseguró que él también había visto al segundo teniente en el mismo sitio.
Se le ordenó al capitán del UB-65 zarpar con rumbo al Estrecho de Dover, pero durante todo el trayecto varios tripulantes aseguraron ver al oficial muerto.
Un testigo fue el oficial de servicio, quien aseguró el haber visto su fantasma y cómo éste se desvanecía.
Al regresar a la base ésta se encontraba bajo un fuerte ataque aéreo, lo que no importó a la tripulación, ya que todos ellos lo único que deseaban era abandonar la nave.
En los momentos que el capitán ya bajaba la pasarela, fue muerto al ser alcanzado por la metralla.
Todas estas muertes, que habían sido acalladas por la marina, motivaron que los altos mandos, para tranquilidad de los marineros, tomara la drástica decisión de ordenar a un sacerdote que exorcizara el submarino.
Pero al parecer, todo esto no dio resultado, porque en la siguiente misión del UB-65 un tripulante se suicidó, un artillero se volvió loco y el primer maquinista se quebró una pierna.
El día diez de Julio de 1918, el “L-2”, un poderoso submarino norteamericano, divisó un submarino alemán navegando a la deriva frente a las costas de Irlanda.
El capitán del L-2 ordenó maniobrar para atacarlo…
Al mirar por el periscopio notó una extraña figura que permanecía de pie, en la proa de la nave, con los brazos cruzados.
¡A los pocos segundos, una espectacular explosión, destrozó al submarino!
Este fue el fin del submarino maldito. El UB-65 y su tripulación fantasma, tal vez siga navegando los mares…