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¿EXISTEN LOS ÁNGELES...? (TERCERA PARTE)
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¿EXISTEN LOS ÁNGELES...? (TERCERA PARTE)
* Sara Larsen, de 17 años, relata que vio tres ángeles sobre la cama de hospital de su madre, cuando ésta sucumbió por el cáncer.
“Fue lo más hermoso que he visto en toda mi vida”, expresa la adolescente.
Sara recuerda que ella estaba sollozando a un lado de la cama de su madre agonizante, cuando aparecieron los ángeles.
“Estaba pensando en lo mucho que iba a extrañar a mi mamá y en el hecho de que nunca me vería casarme y tener niños y todo eso”, declara Sara.
“Entonces los ángeles vinieron a donde estaba yo y me murmuraron: ‘No temas. El Señor está contigo’.
“Sentí un tibio alivio por todo mi cuerpo y dejé de llorar. Los ángeles todavía permanecieron unos cuantos minutos en la cama de mi madre cuando ella ya había fallecido.
“Fue como si ellos se la hubieran llevado a su casa en el cielo y ya nunca más volví a sentir tristeza”.
* Una joven llamada Stacey M. iba caminando a casa por una desierta calle de Brooklyn tarde por la noche y vio a un extraño de aspecto siniestro, escondido junto a una puerta.
Al día siguiente descubrió que una mujer había sido violada en esa calle un poco después que ella llegó a su casa. Stacey fue a la estación local y más tarde identificó al extraño cuando se lo presentaron en una alineación policíaca.
Pero estaba muy intrigada de por qué no la atacó a ella. Cuando la policía interrogó al hombre, dijo que se asustó porque iban dos fornidos hombres caminando junto a ella. ¡Y en realidad Stacey había estado caminando sola!
* Bob S. estaba trabajando abajo de su auto cuando se zafó el gato hidráulico y lo aplastó. Mientras se quejaba en su agonía, se empezó a reunir mucha gente a su alrededor tratando en vano de levantar el vehículo.
De repente, un extraño se adelantó y con una sola mano levantó el auto lo suficientemente alto para que Bob saliera.
Cuando salió estaba ileso. La gente le preguntó cómo había escapado, y él les dijo sobre el hombre que levantó el auto, pero ellos dijeron que no habían visto a nadie, que lo más seguro es que se lo había imaginado.
Nadie, para los ojos de todos ellos, había levantado el carro. Y no pudieron explicarse cómo fue que él logró salir…
* Mariana Prieto, de Miami, estaba de vacaciones en México, disfrutando de una maravillosa vista a la orilla de un acantilado natural muy elevado.
Ella dijo: “Cuando me inclinaba para ver el agua del fondo, de repente las rocas bajo mis pies se aflojaron y comencé a resbalar, cayendo hacia delante.
“Unas manos muy fuertes me tomaron por los dos hombros y me jalaron hacia atrás, al suelo.
“Y me dijo una voz masculina: ‘¡Cuidado!’. Pero cuando me di la vuelta para ver quién me había salvado, no había nadie.
“Había sido salvada de una muerte muy fea en el fondo del acantilado y estoy segura que fue el ángel de mi guarda a quien por las mañanas siempre me encomiendo”.
* Martha Pinavich, de Bermount, Connecticut, patinaba por una vereda hacia abajo, cuando de pronto, adelante, a unos 20 metros vio claramente a un ángel que estaba estirando su brazo hacia ella marcándole el alto.
Ella frenó como pudo, un segundo antes de que un auto a toda velocidad le pasara rozando, el que de seguro la habría atropellado.
Hasta estos días, ella asegura que fue su ángel de la guarda quien la salvó de la muerte.
Y así como ellos, muchos más dan testimonio que su Ángel de la Guarda los ha protegido. Lector… ¿Sabía que el Ángel del Señor anda cerca de usted y que lo protege?...
“Fue lo más hermoso que he visto en toda mi vida”, expresa la adolescente.
Sara recuerda que ella estaba sollozando a un lado de la cama de su madre agonizante, cuando aparecieron los ángeles.
“Estaba pensando en lo mucho que iba a extrañar a mi mamá y en el hecho de que nunca me vería casarme y tener niños y todo eso”, declara Sara.
“Entonces los ángeles vinieron a donde estaba yo y me murmuraron: ‘No temas. El Señor está contigo’.
“Sentí un tibio alivio por todo mi cuerpo y dejé de llorar. Los ángeles todavía permanecieron unos cuantos minutos en la cama de mi madre cuando ella ya había fallecido.
“Fue como si ellos se la hubieran llevado a su casa en el cielo y ya nunca más volví a sentir tristeza”.
* Una joven llamada Stacey M. iba caminando a casa por una desierta calle de Brooklyn tarde por la noche y vio a un extraño de aspecto siniestro, escondido junto a una puerta.
Al día siguiente descubrió que una mujer había sido violada en esa calle un poco después que ella llegó a su casa. Stacey fue a la estación local y más tarde identificó al extraño cuando se lo presentaron en una alineación policíaca.
Pero estaba muy intrigada de por qué no la atacó a ella. Cuando la policía interrogó al hombre, dijo que se asustó porque iban dos fornidos hombres caminando junto a ella. ¡Y en realidad Stacey había estado caminando sola!
* Bob S. estaba trabajando abajo de su auto cuando se zafó el gato hidráulico y lo aplastó. Mientras se quejaba en su agonía, se empezó a reunir mucha gente a su alrededor tratando en vano de levantar el vehículo.
De repente, un extraño se adelantó y con una sola mano levantó el auto lo suficientemente alto para que Bob saliera.
Cuando salió estaba ileso. La gente le preguntó cómo había escapado, y él les dijo sobre el hombre que levantó el auto, pero ellos dijeron que no habían visto a nadie, que lo más seguro es que se lo había imaginado.
Nadie, para los ojos de todos ellos, había levantado el carro. Y no pudieron explicarse cómo fue que él logró salir…
* Mariana Prieto, de Miami, estaba de vacaciones en México, disfrutando de una maravillosa vista a la orilla de un acantilado natural muy elevado.
Ella dijo: “Cuando me inclinaba para ver el agua del fondo, de repente las rocas bajo mis pies se aflojaron y comencé a resbalar, cayendo hacia delante.
“Unas manos muy fuertes me tomaron por los dos hombros y me jalaron hacia atrás, al suelo.
“Y me dijo una voz masculina: ‘¡Cuidado!’. Pero cuando me di la vuelta para ver quién me había salvado, no había nadie.
“Había sido salvada de una muerte muy fea en el fondo del acantilado y estoy segura que fue el ángel de mi guarda a quien por las mañanas siempre me encomiendo”.
* Martha Pinavich, de Bermount, Connecticut, patinaba por una vereda hacia abajo, cuando de pronto, adelante, a unos 20 metros vio claramente a un ángel que estaba estirando su brazo hacia ella marcándole el alto.
Ella frenó como pudo, un segundo antes de que un auto a toda velocidad le pasara rozando, el que de seguro la habría atropellado.
Hasta estos días, ella asegura que fue su ángel de la guarda quien la salvó de la muerte.
Y así como ellos, muchos más dan testimonio que su Ángel de la Guarda los ha protegido. Lector… ¿Sabía que el Ángel del Señor anda cerca de usted y que lo protege?...
Mysterio- Guardian de Drarknillion
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