Minotauro de Creta Parte II

Segunda parte de la historia del Minotauro de Creta, esta bestia mitad hombre, mitad toro, nació fruto del encuentro entre Pasifae, esposa del Rey Minos de Cretas y un toro, como venganza del Dios Poseidón hacia el Rey tras haber intentado engañarlo. La primera parte donde se cuenta el origen de la bestia se puede leer en este enlace: https://drarknillion.forosactivos.net/t767-minotauro-de-creta#2266


Continuando con la historia, Minos sacrificaba jóvenes Atenienses tras haberles ganado la guerra para alimentar al Minotauro encerrado en un complejo laberinto.  Así, año tras año, se fueron sucediendo los sacrificios  hasta que, finalmente, el príncipe Teseo, hijo del rey Egeo de Atenas, se ofreció, ante la oposición de su padre, para derrotar al monstruo y acabar de esta manera con aquel sangriento tributo impuesto por el rey de Creta.

Al llegar a la isla, Teseo se presentó ante Minos para comunicarle que su misión era acabar con la vida de aquella bestia infernal. En esa misma audiencia estaba presente Ariadna, hija del rey, que de inmediato quedó prendada del príncipe ateniense y se ofreció a ayudarlo en su cruzada. Viendo la valentía del joven príncipe, y con el inestimable consejo de Dédalo, Ariadna ideó un plan que ayudaría a Teseo a encontrar la salida del laberinto en caso de que lograse derrotar al Minotauro. Para que el héroe lo consiguiese, la joven le entregó un ovillo de lana para que atase un cabo en la entrada del laberinto. De esta manera, solo tendría que seguir el hilo de lana para poder salir sano y salvo.





Teseo peleando con el Minotauro



El intrépido joven logró derrotar a la bestia y cuando Minos se enteró de que el Minotauro había sido derrotado por aquel muchacho ateniense, y que había liberado a sus catorce compañeros con la ayuda de su hija, montó en cólera y ordenó que lo apresaran tanto a él como a Ariadna, sintiéndose traicionado por su propia hija. Pero Teseo huyó rápidamente junto con la joven, sin dar tiempo de reacción a los guardias cretenses.

Para finalizar esta leyenda, se dice que Teseo no tuvo un comportamiento demasiado agradecido con Ariadna, que lo había dejado todo por seguir a su amado a Atenas. La joven fue abandonada en la isla de Naxos mientras dormía. Fueron sus llantos de dolor al darse cuenta de su infortunio los que alertaron a Dioniso, Dios de la fertilidad y el vino, el cual conmovido por las lágrimas de la joven, la desposó.



La cabeza del Minotauro