¡UNA IMAGEN DE JESUCRISTO DERRAMA SANGRE DE LAS HERIDAS DE SUS MANOS!

por **Mysterio** Miér Abr 27, 2016 7:10 pm

¡UNA IMAGEN DE JESUCRISTO DERRAMA SANGRE DE LAS HERIDAS DE SUS MANOS!

Una mañana, el reverendo Chester Olzewski abrió el templo católico llamado Iglesia de San Lucas (Church of St. Luke) ubicado en Eddystone, Pennsylvania, en Estados Unidos.
Se dispuso a preparar las cosas que iba a utilizar para oficiar la primera misa, cuando en eso llegó una feligresa, la señora Ann Poore.
Ann era del tipo de mujeres que llegan más temprano que nadie y que ayudan a los sacerdotes a dejar todo listo para los servicios religiosos.
Ella llevaba un ramo de flores que pensaba colocar en el florero ante la escultura de una virgen.
El cura estaba encendiendo unas veladoras cuando de pronto, la mujer pegó un grito de asombro, el cual resonó en las paredes del inmueble.
Ágilmente, Chester llegó hasta donde estaba Ann, la cual estaba muy pálida, sin saber cómo reaccionar, y sólo atinaba a señalar nerviosa hacia una imagen de Jesucristo que estaba colocada en el altar mayor.
Ambos se quedaron sin decir nada, ya que el icono sangraba de las palmas de las manos, pero ésta sangre no goteaba hasta la base, sino que se iba coagulando en las manos de la imagen.
Chester se acercó muy indeciso ante la estatua y dijo que efectivamente tenía un líquido que a todas luces era sangre.
Cuando Ann y el sacerdote se dieron cuenta, estaban rodeados de varios feligreses que habían llegado y que no podían creer lo que estaban viendo.
Pronto, la gente se arremolinaba ante el cura para pedirle una explicación al caso, pero él estaba confundido y no supo si declarar en ese momento que había ocurrido un milagro.
La misa fue algo muy especial, ya que en el ambiente estaba flotando la impresión del Cristo estigmatizado.
El servicio religioso no pudo concluir, puesto que el suceso corrió de boca en boca, y pronto irrumpieron en el recinto varios fotógrafos, reporteros y hasta los empleados de una televisora local.
Obviamente que ante un hecho de ése calibre Chester decidió no afirmar nada y pidió que todos esperaran a que el Clero analizara el caso, antes de poder emitir un juicio definitivo.
El caso es que la Iglesia decidió no afirmar si era un milagro o no, ya que el Clero se portó con gran tacto, con una absoluta discreción.
Las autoridades eclesiásticas quisieron llevarse a este icono para estudiarlo, pero el sacerdote y los feligreses se opusieron a ello, e incluso estuvieron dispuestos a llegar a la violencia para impedirlo.
La sangre está seca en las manos del Cristo, y nadie ha permitido que ninguna persona se le acerque.
¿Milagro? ¿Hecho inexplicable? ¿Ilusión?...
Este caso que sucedió el año pasado, se suma a varios otros, de Cristos, de vírgenes y santos que se veneran en muchas iglesias alrededor del mundo.
Como siempre, tú tienes la última palabra…