¡LA LEYENDA DE CAVENDISH!

por **Mysterio** Vie Abr 29, 2016 6:38 pm

La leyenda de Cavendish y la Santa Cruz de Huatulco
Santa Cruz, Huatulco, Oaxaca

Santa Cruz es una playa legendaria, en la cual ronda una leyenda que dice que el apóstol Tomás dejó una cruz de madera enclavada en la bahía. Por eso el nombre de Huatulco proviene del náhuatl y significa “Lugar donde se adora el madero”. A la llegada de los españoles, descubrieron que los nativos adoraban esa cruz, sin embargo no resultó ser tan trascendente y decidieron dejar a los indígenas con sus rituales paganos, pues por primera vez para los extranjeros, el pueblo considerado como primitivo no adoraba un monolito de piedra.
Sin embargo varios años después, entre 1587 Thomas Cavendish, un marino inglés que había explorado casi todo el mundo y era conocido como “El Navegante” llegó a la bahía de Santa Cruz, y encontró la cruz de Santo Tomás, que los indígenas adoraban.
Creyendo esta situación una ofensa y obra del Diablo, él y sus hombres trataron de cortarla en pedazos y quemarla. Pero fracasaron en su intento.
Entonces Cavendish la ató con los amarres a su barco y con las velas desplegadas trato de tirarla con la fuerza del viento. Pero no pudo y mejor se retiró frustrado y derrotado, porque según la leyenda de esta cruz, nadie la puede quitar de ese lugar.
Algunos cronistas aseguran que a la llegada de Thomas Cavendish a la bahía de Huatulco, como no encontró un botín a la medida de su ambición (esto por la fama que se le conocía de pirata), ordenó incendiar y arrasar el puerto.
La otra historia asegura que después del terrible incendio, lo único que quedó en pie fue la gran cruz de aquel hombre de túnica y barbado que hablaba zapoteca. Cavendish, enfurecido, ordenó arrasarla con hachas, las cuales –cuenta la leyenda– se hicieron pedazos. También intentó aserrarla, sin conseguirlo; y como se refirió la ató con fuertes cables a la quilla de su embarcación para derribarla, sin resultados. La mandó incendiar, untándole brea y alquitrán, sin que le hiciera daño alguno. Y así surgió la leyenda de la Cruz Negra de Huatulco.