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La leyenda del Silbón
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La leyenda del Silbón
Hace un tiempo atrás yo estaba de vacaciones cuando me sucedió algo que marcó mi vida... Estaba en la casa de un conocido disfrutando de mis vacaciones si poder llegar a imaginar lo que ocurriría ese día.
Durante las horas de sol pude disfrutar de buenos momentos junto a amigos, cerca del mediodía un inesperado invitado sorpresa nos visitó: Un simpático perro callejero, un barbilla de pelaje negro que pareció encariñarse bastante conmigo en particular. El resto del día se echaba a mis pies, nos acompañaba a caminar y se acostaba entre los pastos a un costado mirando cuando jugábamos a la pelota y pasábamos un buen rato. Al momento de irnos a dormir el perro se quedó rondando por fuera de la casa.
En fin... ese invitado inesperado terminó siendo una gran compañía pero no fue el único invitado que tendríamos....
Al caer la noche recuerdo que ya era tarde cuando oímos a lo lejos un sonido de golpes y pasos que se acercaban rápidamente, al principio creí que era el perro que estaba golpeando algo pero parecía ser algo más grande lo que originaba ese ruido. Pronto el sonido se detuvo y enseguida un golpe fuerte sonó como si una gran bolsa llena de madera golpeara en el piso... luego un golpe tras otro... tac... tac... tac...!
Una gran sombra se podía apreciar en medio de la oscuridad, parecía ser un hombre con una gran bolsa, sentado en el piso... sacando algo de su bolsa y contándolo... El perro que aún se encontraba por allí afuera empezó a ladrar y al parecer ese hombre sombra misterioso se asustó y rápidamente huyó llevándose su gran bolsa consigo.
Todo esto además de ser un gran susto me dejó muy intrigado e investigando descubrí una leyenda urbana que se adecua a lo que me pasó aquella noche...
Es un personaje nombrado "El Silbón" se trata de un alma en pena que vaga por los llanos.
Según la leyenda, consiste en el fantasma de un joven que asesinó a su padre y lo destripó por haber asesinado a su esposa diciendo que era una "mujerzuela" y que se lo había buscado. Tras este hecho, su abuelo mandó a atar al joven a un poste en el medio del campo, a destruirle la espalda a latigazos, que sus heridas fueran lavadas con agua ardiente, y a liberarlo junto a dos perros hambrientos y rabiosos. Antes de liberarlo su abuelo lo maldijo y condenó a portar los huesos de su padre por toda la eternidad.
Tiene un silbido característico que se asemeja a las notas musicales do, re, mi, fa, sol, la, si, en ese mismo orden, subiendo el tono hasta fa y luego bajando hasta la nota si. Se dice que cuando su silbido se escucha muy cerca no hay peligro, ya que el Silbón está lejos, pero si se escucha de lejos significa que está muy cerca. También se dice que escuchar su silbido es presagio de la propia muerte. Puede estar en cualquier sitio en cualquier hora. Tal parece que si se siente el silbido de lejos lo único que puede salvar a la persona es el ladrido de un perro, ya que es lo único que le aterra. Su alma recorre el mundo buscando vengarse de hombres mujeriegos.
Su figura, descrita por victimas y personas que aseguran haberlo visto, es la de un hombre de entre cinco y seis metros de estatura, bastante delgado, de piel dorada, con heridas en las rodillas, espalda y pecho, causadas por los latigazos del castigo concebido por su abuelo el día de la maldición. Aparece sentado sobre troncos o sobre el suelo, con sus piernas flexionadas, donde sus rodillas apuntan hacia arriba y sobrepasan la altura de todo su propio cuerpo. Posee un rostro escalofriante, que se asemeja al del demonio, con ojos hundidos, que al igual que los gatos, le brillan en la oscuridad. Posee un gran sombrero de paja tejida. un saco donde lleva los huesos de su propio padre y donde a demás introduce los huesos de sus victimas.
A veces no ataca, solo le aparece como símbolo de advertencia a aquellos hombres que llevan vidas descarriladas. Cuando ataca es porque ya hay varias apariciones previas hacia sus victimas las cuales han sido ignoradas.
Cuentan que, el Silbón puede aparecerse cerca de una casa ciertas noches, dejando en el suelo el saco y poniéndose a contar los huesos uno a uno. Si una o más personas lo escuchan, no pasará nada, pero si nadie lo escucha, al amanecer un miembro de la familia de la casa no despertará nunca.
Durante las horas de sol pude disfrutar de buenos momentos junto a amigos, cerca del mediodía un inesperado invitado sorpresa nos visitó: Un simpático perro callejero, un barbilla de pelaje negro que pareció encariñarse bastante conmigo en particular. El resto del día se echaba a mis pies, nos acompañaba a caminar y se acostaba entre los pastos a un costado mirando cuando jugábamos a la pelota y pasábamos un buen rato. Al momento de irnos a dormir el perro se quedó rondando por fuera de la casa.
En fin... ese invitado inesperado terminó siendo una gran compañía pero no fue el único invitado que tendríamos....
Al caer la noche recuerdo que ya era tarde cuando oímos a lo lejos un sonido de golpes y pasos que se acercaban rápidamente, al principio creí que era el perro que estaba golpeando algo pero parecía ser algo más grande lo que originaba ese ruido. Pronto el sonido se detuvo y enseguida un golpe fuerte sonó como si una gran bolsa llena de madera golpeara en el piso... luego un golpe tras otro... tac... tac... tac...!
Una gran sombra se podía apreciar en medio de la oscuridad, parecía ser un hombre con una gran bolsa, sentado en el piso... sacando algo de su bolsa y contándolo... El perro que aún se encontraba por allí afuera empezó a ladrar y al parecer ese hombre sombra misterioso se asustó y rápidamente huyó llevándose su gran bolsa consigo.
Todo esto además de ser un gran susto me dejó muy intrigado e investigando descubrí una leyenda urbana que se adecua a lo que me pasó aquella noche...
Es un personaje nombrado "El Silbón" se trata de un alma en pena que vaga por los llanos.
Según la leyenda, consiste en el fantasma de un joven que asesinó a su padre y lo destripó por haber asesinado a su esposa diciendo que era una "mujerzuela" y que se lo había buscado. Tras este hecho, su abuelo mandó a atar al joven a un poste en el medio del campo, a destruirle la espalda a latigazos, que sus heridas fueran lavadas con agua ardiente, y a liberarlo junto a dos perros hambrientos y rabiosos. Antes de liberarlo su abuelo lo maldijo y condenó a portar los huesos de su padre por toda la eternidad.
Tiene un silbido característico que se asemeja a las notas musicales do, re, mi, fa, sol, la, si, en ese mismo orden, subiendo el tono hasta fa y luego bajando hasta la nota si. Se dice que cuando su silbido se escucha muy cerca no hay peligro, ya que el Silbón está lejos, pero si se escucha de lejos significa que está muy cerca. También se dice que escuchar su silbido es presagio de la propia muerte. Puede estar en cualquier sitio en cualquier hora. Tal parece que si se siente el silbido de lejos lo único que puede salvar a la persona es el ladrido de un perro, ya que es lo único que le aterra. Su alma recorre el mundo buscando vengarse de hombres mujeriegos.
Su figura, descrita por victimas y personas que aseguran haberlo visto, es la de un hombre de entre cinco y seis metros de estatura, bastante delgado, de piel dorada, con heridas en las rodillas, espalda y pecho, causadas por los latigazos del castigo concebido por su abuelo el día de la maldición. Aparece sentado sobre troncos o sobre el suelo, con sus piernas flexionadas, donde sus rodillas apuntan hacia arriba y sobrepasan la altura de todo su propio cuerpo. Posee un rostro escalofriante, que se asemeja al del demonio, con ojos hundidos, que al igual que los gatos, le brillan en la oscuridad. Posee un gran sombrero de paja tejida. un saco donde lleva los huesos de su propio padre y donde a demás introduce los huesos de sus victimas.
A veces no ataca, solo le aparece como símbolo de advertencia a aquellos hombres que llevan vidas descarriladas. Cuando ataca es porque ya hay varias apariciones previas hacia sus victimas las cuales han sido ignoradas.
Cuentan que, el Silbón puede aparecerse cerca de una casa ciertas noches, dejando en el suelo el saco y poniéndose a contar los huesos uno a uno. Si una o más personas lo escuchan, no pasará nada, pero si nadie lo escucha, al amanecer un miembro de la familia de la casa no despertará nunca.
La información sobre la leyenda del Silbón fue tomada de Wikipedia y fue precisamente ese mismo lugar donde vi por primera vez la historia de este personaje... les dejo una ilustración de este ser que también encontré en Internet
Sr Barbosa- Guardian de Drarknillion
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