LA TABLA OUIJA… ¡ABRE LA PUERTA A LA ACCIÓN DEMONÍACA! (PRIMERA PARTE)

por **Mysterio** Miér Abr 27, 2016 3:29 pm

LA TABLA OUIJA… ¡ABRE LA PUERTA A LA ACCIÓN DEMONÍACA! (PRIMERA PARTE)

Hubieran querido los más grandes espiritistas como Madame Blavasky, o las hermanas Fox, y Allan Kardec haber podido recurrir a lo que hubiera sido para ellos el medio ideal de comunicación con los espíritus.
Hablamos de la llamada Tabla Ouija, la cual es muy conocida en el mundo como medio para hablar con las personas que ya han fallecido.
En otras palabras, dicho instrumento es considerado el “Teléfono del Más Allá”.
Aunque en forma muy rudimentaria, esta forma de comunicarse con los espíritus era bien conocida desde la antigüedad. No es ningún invento moderno como podría quizás suponerse.
Pitágoras ya hablaba de ella en el siglo VI antes de Cristo.
En esa ouija se utilizaba un péndulo en lugar de la famosa plancheta que vendría muchos siglos después.
La ouija llamada “de copa”, se practicaba sobre una mesa redonda, sobre la cual pueda deslizarse una copa de cristal invertida.
En el borde de la mesa se ponen cartulinas con todas las letras del alfabeto y los números.
Una vez lograda la concentración adecuada, ponían un índice sobre la copa que, con suerte, se movía de una letra a otra formando las palabras que hacían el mensaje del más allá.
Pero fue en la segunda mitad del siglo XIX que la tabla adquirió la forma conocida, con la plancheta a modo de corazón apoyado sobre tres patas.
Incluso el nombre de ouija le fue concedido entonces, a Williams Fuld, que declaró haberla inventado, y la llevó a patentar. Y lo hizo para ganar mucho dinero.
El nombre ouija deriva del francés “oui” y del alemán “ja”, dos palabras que significan lo mismo: sí.
Está formada por dos partes: La tabla propiamente dicha, donde están pegadas las letras del abecedario, los números 0 al 9 y dos palabras: SI y NO, y a veces ADIÓS para avisar que el “espíritu” presente, da por terminada la entrevista.
Hay una segunda pieza, que puede deslizarse sobre el tablero y sobre la cual apoya muy levemente los dedos la persona que espera recibir un mensaje.
La pieza, llamada, a veces “panchette” y suele tener forma de corazón. Va deteniéndose en las letras o en los números, uno después de otro, para formar un mensaje.
La tabla fue utilizada mucho a fines del siglo pasado por algunos miles de aficionados de todo el mundo menos por Allan Kardec, que era un poco anticuado.
Ahora ha vuelto a convertirse en artículo de moda, o de diversión, por quienes desean pasar un rato “agradable” sin caer en la cuenta de que se trata de un objeto peligroso.
Por supuesto que este juego, si así se le puede llamar, no es personal, sino que es colectivo.
Mientras una persona deja que la plancheta se deslice por la ligera presión de sus dedos, otra persona escribe en un papel todo lo que vaya deletreando la ouija.
Hasta que el espíritu indica que se debe abandonar el juego, puede leerse el mensaje.
Ahora, pasemos a situaciones muy inquietantes…
¿Recibe el adepto a la ouija verdaderos mensajes del más allá, como suponen quienes en esto creen, o se trata de mensajes emitidos por el subconsciente de quienes utilizan la plancheta?
¿O se trata de demonios como bien afirma la Biblia con respecto a todas esas formas de adivinación antiguas y modernas que invocan a supuestos espíritus de personas fallecidas?
Por lo que sea, los psicólogos opinan que este juego es peligroso y puede causar severos daños a la mente, e incluso conducir al protagonista a la locura.
Ellos explican que, por lo general, el subconsciente se manifiesta a través de los sueños o por hipnosis.
Jamás deben manifestarse consciente y subconsciente al mismo tiempo encontrándose el sujeto consciente.
Puede sufrir por ello fuertes traumas que lo pueden marcar para toda la vida…
Además, ¿Es posible que el mensaje recibido a través de la tabla ouija influya en todos los actos que realizará más tarde una persona?