LA TABLA OUIJA… ¡ABRE LA PUERTA A LA ACCIÓN DEMONÍACA! (QUINTA PARTE)

por **Mysterio** Miér Abr 27, 2016 3:39 pm

LAS SESIONES CON LA OUIJA PUEDE VOLVER LOCOS A LOS JUGADORES

El tablero de la ouija podría pasar a ser sólo un juego seudo espiritista, pero no hay qué olvidar que desde sus inicios se le ha comprobado no sólo el asombroso poder de comunicarse con espíritus o fuerzas demoníacas sino que puede volver locos a quienes participan en una sesión con ella.
Este descubrimiento convierte a la ouija en un objeto muy atractivo, especialmente para los jóvenes.
En la adolescencia se piensa mucho que somos como inmortales e invulnerables, y les da a casi todos, por tentar a la suerte de diversas maneras: El exceso de velocidad en auto o motocicleta, el arrojarse a grandes alturas, la visita nocturna a cementerios o la práctica de una sesión de ouija y otras cosas osadas e irreflexivas.
Entonces, la ouija atrae a los jóvenes como los atrae todo lo prohibido, a pesar de las advertencias de cristianos que han dicho y escrito que existe el peligro de volverse loco, de ser poseído por algún espíritu, demonio o diablo.
Algunos ilusos creen que son seres extraterrestres con los que entran en contacto telepático.
El caso es que entran en el mundo del ocultismo y son atrapados por él, y quizás no vuelven a salir de ahí, y su destino es la muerte…

BREVE HISTORIA DE LA OUIJA MODERNA

El tablero de la ouija fue inventado por Elijah Bond y comercializado por la empresa de Charles Kennard en la década de 1890, cuando la locura espiritista estaba en todo su apogeo.
A Bond se le ocurrió que ésta era una forma divertida de "comunicarse con los espíritus", menos complicada que los sistemas de "escritura automática" que estaban en boga por ese entonces.
Otro caso era que los "médiums" más listos, podían hacer que se inclinaran o levantaran mesas, hazaña mucho más impresionante que deslizar una planchita de ouija.
La antigüedad "egipcia" que se le adjudica al jueguito proviene de que, según Kennard, "ouija" significa "buena suerte" en egipcio antiguo.
¿Cómo lo supo? Según, le preguntó a la misma ouija.
¿Es cierto? No, no lo es. El término "Ouija" no quiere decir "buena suerte" en ningún idioma.
Mas Kennard obtuvo una patente del invento el 10 de febrero de 1891 cuando llevaba ya un año vendiéndolo.
Pero el negocio iba mal y le faltaba dinero, de modo que perdió la empresa y la patente, que acabaron en manos de su ex empleado William Fuld.
La “Kennard Novelty Company”, se convirtió en la “Ouija Novelty Company”, y Fuld se ocupó de darle más emoción al negocio inventando que el nombre del tablero era más bien ouija y significaba "sí-sí", pues Oui es "sí" en francés y Ja es "sí" en alemán.
La familia de Fuld explotó el negocio, hasta que los herederos, ya en la segunda mitad del siglo XX, vendieron la patente del famoso tablero a Parker Brothers, la mayor productora de juegos de mesa del mundo y que es la dueña de la patente del Monopoly.
El tablero de la ouija es esencialmente un rectángulo de madera o cartón en el que están dispuestas las letras del alfabeto en dos arcos, los números del 1 al 0, las palabras "Sí" y "No" en las esquinas superiores y las palabras "Hola" y "Adiós" en las esquinas inferiores.
Sobre el tablero se usa una planchita (o planchette en francés) con tres patitas cubiertas de fieltro que se desliza más o menos fácilmente sobre el tablero.
Los participantes en el juego ponen los dedos sobre la planchita (muy suavemente, se indica siempre), hacen una pregunta y la planchita se mueve deletreando la respuesta.
Quienes usan la versión comercial hacen una serie de tarjetitas con letras y números, las ponen en una mesa y en lugar de planchita usan un vaso para deletrear.
A eso, los entendidos le llaman "vasografía".